GAR Guardia Civil
Grupo de Acción Rápida. GAR Guardia Civil
La siguiente historia que vas a leer está escrita con especial cariño y devoción para una de las especialidades más prestigiosas de la Guardia Civil. Sin lugar a dudas, cualquier seguidor de nuestros ángeles vestidos de verde, conoce el Grupo de Acción Rápida, el GAR de la Guardia Civil, el cual tuvo la misión de protegernos durante una de las épocas más duras que ha sufrido la sociedad española en los últimos tiempos.
La mañana ha salido fría y plomiza, ligera y lluviosa como es habitual en el mes de febrero en el País Vasco acompaña el amanecer, estamos en la provincia de Bilbao y es el primer día de ese mes de 1979, a las 7,30 horas de la mañana han salido de la fábrica de armamento Esperanza y Cía con destino a Bilbao cuatro vehículos, en el primero de ellos en orden de marcha van empleados de la fábrica, el tercero está ocupado por otro coche conducido por otro empleado que lleva varios morteros de 81 y 60 mm. a los que van a hacer unas pruebas de homologación en la capital vizcaína, los otros dos vehículos, los que ocupan la posición segunda y cuarta van ocupados por tres guardias civiles cada uno, su misión: proteger el cargamento. Poco saben los agentes que un simpatizante de ETA, trabajador de la fábrica, ha dado el chivatazo y que un comando terrorista los está esperando ocultos por la espesa vegetación en una pequeña colina, son las 8:15 ya y en ese punto situado cerca de la población de Ispaster la carretera serpentea. ello obliga a aminorar la marcha de los coches, los terroristas armados con granadas y armas largas dejan pasar el primer coche. Al llegar el primer Land Rover comienzan un intenso ataque, el otro vehículo frena y es respetado por los asesinos, el segundo Land Rover también recibe de forma simultanea metralla y balas buscando la muerte de ellos, en la misma acción dos de los asesinos fallecen al explotarle una de las granadas, más de cien casquillos se recogen del suelo, ellos y las varias granadas lanzadas han segado la vida de seis personas. Los viejos Land Rover, que como casi todos los coches policiales de la época no tienen blindaje, reciben de lleno los tiros de las ametralladoras, fusiles de asalto y granadas, los guardias civiles mueren en el acto sin posibilidad de usar sus armas reglamentarias, eran seis jóvenes, cinco de los cuales no llegaban a los treinta años y el sexto poco más. Eran unos hombres que comenzaban a vivir, que tenían sueños cercanos de mujeres, novias, hijos…..pero unos desalmados asesinos se lo impidieron. La alarma social de los españoles en esos años, con el terrorismo de ETA sin control, era inaguantable, el Gobierno tomó la decisión de combatir a esos radicales y asesinos con unidades especializadas y hasta las provincias vascas envío a una fuerza recién formada, eran los hombres duramente entrenados del Grupo Antiterrorista Rural (GAR), ellos fueron una de las puntas de lanza contra los terroristas como lo fueron los del Servicio de Información y los de otras Unidades, juntos fueron minando a los asesinos y acabaron conjuntamente con otras Fuerzas de Seguridad del Estado derrotándolos policialmente.
Inicios del GAR Guardia Civil
El nacimiento de esta unidad tenía como principal misión dar respuesta a la creciente actividad terrorista que año tras año asesinaba a muchas personas, especialmente a guardias civiles y policías nacionales, la idea era superar las carencias de la Guardia Civil en la lucha ofensiva contra organizaciones terroristas subversivas en el medio rural.
Los antecedentes de la Unidad hay que situarlos en abril de 1978 con la creación de la Unidad Antiterrorista Rural (UAR) en el seno de la Comandancia Móvil ubicada en Logroño, allí se seleccionaron un grupo de 40 guardias civiles (1 capitán, 1 teniente, 3 sargentos, 6 cabos y 29 guardias civiles), ellos serían el embrión de lo que hoy es una de las mejores Unidades de élite del mundo, con un reconocimiento internacional y que ha trasladado su idiosincrasia a otros países.
Estos 40 jóvenes empezaron su preparación haciendo un curso durante tres meses en la Escuela Militar de Montaña y Operaciones Especiales en la localidad de Jaca, que se complementaría con otro en el mes de junio de prácticas de guerrilla y con quince días intensos realizando un curso de buceo en La Coruña.
Finalizando agosto de 1979, el entonces Ministro del Interior Ibáñez Freire que había sido antes Director General de la Guardia Civil, acompañados de altos mandos, asiste a una exhibición en el abandonado pueblo de Anguita en La Rioja, allí los hombres del GAR tenían que pasar su prueba de fuego, de ellos dependía que la unidad tuviera un largo camino, y superaron la prueba con nota alta. Con fuego real y apoyo de morteros de 60 mm y ametralladoras MG 762 simularon la liberación de una localidad tomada por un grupo terrorista, convenciendo plenamente al Ministro que vio en esos ilusionados jóvenes un principio de los que podría ser una Unidad de élite con la que hacer frente al terrorismo que asolaba la sociedad del momento. Tomó la decisión de aumentar la plantilla a tres compañías especialistas como las que acababa de ver.
Había que potenciarla rápidamente, por lo que en octubre de 1979 a los ya “veteranos” componentes de la UAR se les encargo la misión de formar a sus nuevos compañeros, que habían elegido servir a España y a la Guardia Civil desde esa embrionaria unidad, fueron muchos los que desearon pertenecer a la misma, pero al final y tras un primer duro curso en Argamasilla (Ciudad Real), finalizaron los suficientes para formar tres compañías, cuyo despliegue sería en Vizcaya, Guipúzcoa y Navarra.
Todo se precipito el 1 de febrero de 1979, el Gobierno ordenaba urgentemente su desplazamiento y distribución por dos de las provincias del País Vasco (Vizcaya y Guipúzcoa) y Navarra, el detonante había sido el asesinato de seis guardias civiles que realizaban el servicio de protección de unas armas en una angosta carretera cercana a la localidad vizcaína de Ispaster.
En 1984 se crea una cuarta Compañía con sede en Vitoria y en 1986 se organizan dos Secciones Especiales con la misión de cubrir la frontera franco-navarra.
La presencia de los hombres del GAR por el País Vasco y Navarra recuperó el medio rural que había sido abandonado por las unidades territoriales replegados en los cuarteles ante la ola de atentados, impidieron la movilidad de los terroristas con continuos controles y control de la frontera, se evitó la comisión de atentados con servicios preventivos y reconocimiento de itinerarios, consiguió mucha información de utilidad para el Servicio de Información y detuvo a muchos elementos terroristas y lo más importante elevó la moral del personal de las unidades territoriales, hasta ese momento solos en la lucha diaria contra los asesinos.
Organización del Grupo de Acción Rápida
La Orden General de creación 41/82 data de 15 de junio, con la doble misión de por un lado realizar la información y contrainformación sobre las estructuras operativas y logísticas de las organizaciones subversivas y guerrilleras y por otro luchar de manera ofensiva contra ellas.
En 1998 se publica otra Orden general que anula a la anterior, en ella ya se cambia su nombre a la denominación actual Grupo de Acción Rápida, Se recupera el medio rural, a través de los servicios de reconocimiento de zona.
La base operativa del GAR se encuentra en Logroño (La Rioja), su dependencia orgánica, funcional y técnica lo es del Grupo de Acción Rural (UAR) que a su vez depende de la Jefatura de Unidades Especiales y de Reserva (JUER).
Su mando corresponde a un teniente coronel y sus componentes están encuadrados orgánicamente en cuatro compañías que incluyen servicio cinológico, motos todo terreno y tiradores de precisión, sus componentes también realizan el curso de protección de personas, curso de intervención operativa y curso operativo de motocicletas T/T, paracaidismo, además de otra formación que hace que sus capacidades sean elevadas para afrontar las misiones que les asignan.
Requisitos y pruebas de acceso del GAR Guardia Civil
Para poder poseer la boina verde de los miembros del GAR es necesario realizar un exigente curso de varios meses con una fuerte carga lectiva, estando estructurado es de tres fase diseñadas para seleccionar a los mejores de los seleccionados, algunos de los cuales se van quedando por el camino por la dureza del mismo.
El Curso de Adiestramientos Especiales se imparte por el Centro de Adiestramientos Especiales de la Guardia Civil y la mayor parte se realiza en el Polígono de Experiencias para Fuerzas Especiales de la Guardia Civil (P.E.F.E.), divididas en dos partes, un Centro de Adiestramientos y Experiencias y un Campo de Prácticas, modernas instalaciones situadas en las proximidades de la ciudad de Logroño (La Rioja). Para acceder al mismo deberán superar un examen teórico, psicotécnicos y unas pruebas físicas solo aptas para personas muy bien preparadas (suspensión pura en barra, carreras continuas y de fondo, natación, apnea, etc.), sólo los mejores pasan a realizar el curso y de ellos se irán descartando aquellos que vayan superando las distintas pruebas a las que son sometidos, en el último de ellos sólo la mitad consiguieron terminar con éxito, entre ellos y por primera vez una mujer, la cual ya está prestando servicio en la Unidad.
¿Cómo ser un GAR de la Guardia Civil?
El personal que forma parte del GAR se encuentra altamente especializado. Posee una considerable cantidad de personal titulado en técnicas que son de gran utilidad para afrontar misiones en diferentes ámbitos: expertos en tiro, intervención operativa, protección de personas, operaciones internacionales, control de masas, paracaidismo, técnicas de conducción en diversos tipos de vehículos, defensa policial, etc.
Hoy en día sus más de 500 componentes están destinados en Logroño, País Vasco o Navarra en las cuatro compañías existentes, 1ª Vizcaya, 2ª, Guipúzcoa, 3ª, Navarra y 4ª Álava, la numeración corresponde a la antigüedad en ser operativas.
Pertenecer al GAR es un orgullo en sus más de cuarenta años cientos de guardias civiles han pasado por sus filas y entre ellos aún mantienen sus vínculos de unión a pesar de ya estar en la situación de reserva o retirados, las vivencias sufridas en su carrera profesional les han hecho formar una piña imperecedera.
La misión del GAR en la actualidad
Su alto grado de preparación hizo que la Unidad que nació para combatir el terrorismo y que fue un azote para los asesinos fue poco a poco cumpliendo su papel, llevó a cabo centenares de detenciones, cientos de registro, incautación de armas, explosivos y documentación de gran valía y con el tiempo cumpliendo a la perfección las misiones que se les iba encomendando detenciones de peligrosos delincuentes, despliegue en zonas complejas, etc., los hemos podido ver últimamente ejerciendo sus funciones con motivo del COVID y del desastre del volcán en Palma, sin olvidar la proyección internacional de los mismos.
Es tal el prestigio del GAR es capaz de integrarse en contingentes nacionales o que ha participados en misiones multinacionales, desarrollando su labor en escenarios de guerra y operativos bélicos. Han participado en Bosnia y Herzegovina, Kosovo, Afganistán, Jerusalén, Haití, Líbano, etc.
Homenaje al GAR: «En recuerdo de»
Si muchos han sido los éxitos de la Unidad también les ha toca pagar un alto precio con la vida de once de sus componentes a lo largo de estos años, ellos fueron:
El cabo 1ª José Melgarejo López, casado y con un hijo de cinco años y su mujer embarazada y el guardia civil José Luis Lera Bermejo, fallecieron el 28 de junio de 1984 cuando estaban realizando un control de carreteras en el País Vasco en la lucha antiterrorista, ellos fueron los primeros agentes del GAR fallecidos en acto de servicio.
En Aretxabaleta (Guipúzcoa), el 26 de junio de 1986, la banda asesina ETA colocó una bomba en la hierba de un campo próximo a la casa-cuartel de la Guardia Civil en esta localidad al ir a inspeccionar la zona para la bomba estalló alcanzando de lleno al teniente Mateo Isturiz y al guardia civil González Revilla, ambos fallecieron en el acto.
En respuesta a un atentado, se puso en marcha un dispositivo de rastreo en Getaria por parte del GAR. Hacia las 8.30 horas del 28 de junio de 1986 explotó un artefacto al paso del vehículo que realizaba el servicio. Estaba situado en un talud de la carretera y fue accionado a distancia. El agente Francisco Muriel Muñoz de 30 años falleció en el acto y natural de Archidona (Málaga).
En el mismo atentado donde falleció su compañero Muriel, resultó con heridas muy graves en la cabeza el guardia civil José Carlos Marrero Sanabria de 28 años y natural de Las Palmas de Gran Canarias, de las cuales no se recuperó, falleciendo el 10 de octubre de 1988.
La mañana del 14 de julio de 1987 ETA atacó un convoy de cuatro vehículos de los Grupos Antiterroristas Rurales en el que viajaban catorce agentes, en una carretera de la localidad guipuzcoana de Oñate. La onda expansiva del artefacto explosivo, activado a distancia al paso del convoy, alcanzó de lleno al todoterreno y provocó la muerte en el acto del cabo 1º Antonio López Martínez Colmenero de 32 años y del guardia civil Pedro Galnares Barreda de 26, resultando heridas de distinta gravedad varios agentes más.
José María Baltasar Gil, fallecido el 28 de junio de 1988 en acto de servicio, él ya había esquivado la muerte en su trabajo diario varias veces, habiendo superado las heridas sufridas en un atentado en Getaria donde fallecieron dos compañeros.
Los últimos fallecidos fueron el capitán José María Galera Córdoba, de 33 años de edad, nacido en Albacete, y el alférez Leoncio Bravo Picayo, de 34 años y natural de A Coruña, ambos estaban realizando tareas de formación de la policía afgana en la base de Qala e Naw, cuando un infiltrado talibán que ejercía como conductor abrió fuego contra ellos falleciendo en el acto. También murió Taefk Alili un traductor español, el agresor fue abatido por los compañeros de los fallecidos.
El Grupo de Acción Rápida, hoy en día
El Grupo de Acción Rápida surgido a finales de 1979 como respuesta al terrorismo etarra se ha ido adaptando a los tiempos, su labor fue fundamental para acabar con los asesino, hoy en día sus más de 500 componentes sigue realizando misiones difíciles en los lugares más inhóspitos, siguen luchando contra el terrorismo, el antiguo y el de nuevo cuño, deteniendo delincuentes peligrosos, realizando controles preventivos y otras muchas funciones necesarias para la seguridad de los españoles.
Su larga experiencia en estos años de terrorismo les ha hecho adquirir una experiencia única que les hace ser una Unidad requerida en muchos lugares fuera de España, han estado de misión en Bosnia i Herzegovina, Kosovo, Afganistán, Jerusalén, Haití, Líbano y otros lugares; en la actualidad y desde 2017 lidera el proyecto GAR-SI Sahel, liderado por España y dirigido por la Guardia Civil. El mismo se desarrolla en los países del G-5 del Sahel (Mauritania, Mali, Níger, Burkina Faso, Senegal y Chad) y también participan la Gendarmería Nacional de Francia, el Arma de Carabineros de Italia y la Guardia Nacional Republicana de Portugal y el objetivo es la cooperación para garantizar la estabilidad en la zona, la mejora de las capacidades operacionales de las autoridades de dichos países, la mejora de la seguridad para sus ciudadanos y el respeto a los derechos humanos, así como la lucha contra la criminalidad organizada y el terrorismo, cerca de 2000 gendarmes ya han sido formados.
Hoy en día el G.A.R. sigue siendo una unidad imprescindible en la sociedad actual, gracias a ellos los españoles podemos vivir más tranquilos. SIEMPRE GAR.